viernes, 5 de enero de 2018

Lunares en manos y pies podrían ser malignos

Estas lesiones aparecen en las palmas de las manos, las plantas de los pies y las uñas de personas adultas, y esto, justamente, es una de las razones por las que el diagnóstico se hace tardío.




Su apariencia es la de una mancha café oscura o negra, con bordes irregulares, la pigmentación es variable y su tamaño aumenta gradualmente.
Se trata de las lesiones melanocíticas acrales, que son originadas en los melanocitos de la piel; pueden ser benignas y malignas, pero debido a sus características y ubicación llegan a pasar desapercibidas.
Así lo explicó Viviana Leticia Arias, docente asociada del Departamento de Patología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien amplió que, aunque comúnmente son conocidas como lunares, médicamente las lesiones benignas se llaman nevus.
“Los lunares son lesiones benignas, pero tienen una contraparte opuesta (maligna) conocida como melanoma; es importante hacer un diagnóstico apropiado porque es frecuente en nuestro medio y tiene alta mortalidad”, añade la docente Arias.
En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Cancerología (INC), centro de referencia oncológico del país, se encontró que este subtipo de melanoma tiene una incidencia de alrededor del 40 % de los casos.
Además, según datos de este Instituto (2006-2010), la localización más frecuente en las mujeres fue en los pies (incluyendo plantas, dedos y uñas), con el 32 %, seguido por cabeza y cuello con el 29 % y la tercera localización más frecuente fueron las piernas, con 14 %.
En contraste, en los hombres la localización más frecuente fue cabeza y cuello con 32 %, seguido por los pies con 31,7 %, y el tronco con 15,2 %.
Poca atención
Al inicio los lunares no presentan ningún tipo de molestia, por lo que muchas personas no les prestan atención y estos siguen evolucionando. “Simplemente se percibe como un lunar que va creciendo con el tiempo; cuando alcanzan los 10 milímetros se consideran sospechosos de malignidad”, explica la docente Arias.
Si estas lesiones malignas no reciben atención médica se convierten en un tumor o masa con úlcera, sangrado, mal olor y causan dolor.
Si el melanoma está avanzado se va a otras localizaciones, lo que se conoce como metástasis, cuando las células malignas migran desde la piel hasta otros órganos internos y pueden causar la muerte.
Se estima que en el 10 % de los casos se dan en pacientes blancos, más del 50 % en asiáticos y del 60 % al 70 % en poblaciones de raza negra.
En el Departamento de Patología de la U.N. se presta servicio de diagnóstico histopatológico. En las láminas histológicas se identifican los cambios en las células que permiten definir si las lesiones observadas son benignas o malignas.
En algunos casos de lesiones melanocíticas acrales puede ser difícil esta diferenciación; se debe hacer un análisis integral con la información clínica aportada por el dermatólogo y apoyarse en técnicas auxiliares.
Estos aportes forman parte de las exposiciones realizadas por los profesionales en Patología de la U.N., quienes para conmemorar los 65 años de la fundación del Departamento de Patología realizaron jornadas académicas en las que participaron más de 240 asistentes, conferencistas nacionales e internacionales.

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